Cómo cuidarte si sos terapeuta holístico

En las supervisiones para terapeutas holísticos, las preguntas clásicas que se consultan son sobre el diagnóstico, tratamiento y pronóstico del paciente.

Varias líneas terapéuticas se basan en el interrogante “Qué te pasa con lo que pasa”. Una vez que el paciente relata el contexto de realidad donde se encuentra, lo importante es introducirnos en cuáles son sus emociones, ya que frente a una realidad implacable, lo que podemos trabajar es la emoción que envuelve al paciente y en definitiva lo que enferma.

En la última supervisión grupal, siguiendo la misma lógica, la pregunta básica fue “qué te pasa con lo que le pasa al paciente”, centrándonos en las emociones que comprometen al terapeuta frente a la realidad del paciente.

Desde esta cuestión que se presentó como fundamental en una supervisión donde la mayoría conocía las leyes de Hamer, llegamos a varios interrogantes a tener en cuenta:

  • ¿Qué pasa con un agente de salud que trabaja en instituciones y tiene una mirada más amplia, conociendo las leyes de Hamer? Este es un tema para mí fundamental de seguir profundizando ya que necesitamos más profesionales que hayan hecho consciente este nuevo paradigma, atendiendo la urgencia objetiva dentro de las instituciones convencionales.
  • ¿Qué me pasa como terapeuta cuando siento que la situación del paciente me resulta una carga demasiado pesada?
  • ¿Qué me pasa como terapeuta cuando siento una inmensa responsabilidad por seguir sosteniendo el síntoma del paciente?

Desde mi perspectiva hay una enorme tendencia a cargar con un furor curandis[1] que habla de una postura del terapeuta a responsabilizarse por la salud del consultante, es decir, un furor por curar.

Las constelaciones cerebrales que refiere el Dr. Hamer, son para mí, programas de supervivencia que deberíamos integrar respetando las cualidades y recursos que nos habilitan sin tratar de curarlas. Es como integrar una habilidad que se determina a través del uso de los beneficios de la constelación.

Surgen entonces otros aspectos a seguir estudiando específicamente desde el lugar del terapeuta.

  • Qué me pasa como terapeuta con el  «Síndrome de la Madre Teresa»[2], presente en casi todos aquellos que nos ocupamos de sostener al consultante en su devenir de dificultad.
  • Qué me pasa con la distancia terapéutica adecuada para no cargar con demasiada emoción mi responsabilidad. Aquellas personas que cuentan con alguna constelación del cerebelo[3], pueden utilizarla como recurso hábil para sostener la distancia adecuada.

Por último, queda evidente la soledad del terapeuta holístico y la necesidad de poseer un grupo de pertenencia que lo sostenga en su humanidad emocional que se manifiesta cada vez que atendemos a un paciente.

Pero, siento que es fundamental que el terapeuta pueda cambiar algunas posturas comunes como:

  • Bajarnos del pedestal en que nos pone la sociedad como entes del saber. Más allá de lo aprendido, más allá de las herramientas que poseemos, somos humanos sufrientes que nos encontramos con el dolor ajeno y propio.
  • Ser humanos tan humanos como  humildes tan humildes, para darnos cuenta que todos pasamos por momentos difíciles a resolver cuando nos encontramos cumpliendo nuestra hermosa actividad humanitaria.

En la tríada[4] terapéutica existe un sobredimensión al cuidado del consultante en desmedro del cuidado del terapeuta, un tema a rever.

Te invito a ser parte activa en supervisiones para terapeutas holísticos porque la participación nos lleva a comprender que no estamos solos en las dificultades que se nos presentan. ¡Bienvenido! Conocé las próximas fechas


[1]  Freud nos orienta, definiendo el furor curandis como esa compulsión a la que puede llegar el profesional y que implica “curar” a como dé lugar, sin por ello, respetar la autonomía y autodeterminación del paciente. devenir-sujeto.

[2] Síndrome de la Madre Teresa:  donde su conjugan la Constelación de cerebelo de glándulas mamarias con la Constelación megalomanía del miocardio

[3] Constelación del cerebelo que nos otorga un aplanamiento emocional sustentable

[4] Desde las diferentes miradas sistémicas, el vínculo terapéutico posee una entidad a ser referenciada como tríada.

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